La transparencia, un acto obligado

El juego es más antiguo que la cultura: pues, por mucho que estrechemos el concepto de esta, presupone siempre una sociedad humana, y los animales no han esperado que el hombre les enseñe a jugar, en palabras del filósofo e historiador Johan Huizinga, autor de Homo Ludens, un estudio sobre el juego y la cultura.

Es conocido que la actividad del juego y las apuestas ha sido objeto de debate mediático a nivel político, social y regulatorio. Es un debate lícito propio de las sociedades democráticas y libres. Ante esta situación, un sector debe velar por proporcionar acceso a la mayor cantidad de información posible y trasladar argumentos que den valía a su actividad.

La credibilidad no se obtiene sin transparencia.  Todo ciudadano tiene derecho a conocer qué es el juego y las apuestas, al igual que cualquier otra actividad. Al mismo tiempo, un sector tiene derecho a ser escuchado y trasladar sus argumentos con libertad.

Desde el siglo XVIII, ha habido una tendencia en busca del aumento de transparencia tanto por el sector público como por el sector privado. Una tendencia acentuada gracias a las sociedades democráticas y la rendición de cuentas que instituciones, personas y empresas deben realizar si quieren operar legítimamente en libertad.

De acuerdo con la OCDE, la transparencia es un concepto relacionado con la posibilidad de que la información real de una empresa, gobierno u organización puede ser consultada por los diferentes sujetos afectados por ella, de tal modo que estos pueden tomar decisiones con conocimiento de causa y sin asimetría de información.

Con el paso del tiempo el sector ha evolucionado muy positivamente en sus esfuerzos por ofrecer la imagen más fiel. Desde hace más de una década, el sector del juego privado presencial elabora dos informes anuales con los que se desgranan la realidad de la actividad del juego y las apuestas en un año.

El primero de ellos, Juego y Sociedad, es el informe con el que se dan a conocer los hábitos y actitudes del juego en la sociedad española. Es decir, se explica la prevalencia del juego entre los españoles a nivel general y en cada una de sus tipologías, tanto presencial como online y tanto juegos de titularidad pública como privada. Con ello, se pretende dar un mayor conocimiento a la sociedad acerca de cómo los ciudadanos perciben la actividad. En el año 2022 se presentó la XIII edición.

El otro estudio, Anuario del Juego en España, aborda los datos económicos y empresariales del sector. Se detalla el gasto en juego de la población a nivel general y en cada uno de los juegos, los beneficios empresariales de todos los operadores, públicos y privados, el nivel de empleo generado y la recaudación a las arcas públicas españolas. En el año 2022 se presentó la X edición.

La elaboración de ambos informes es la disposición que el sector del juego pone a ojos de todo aquel que esté interesado en la actividad. La transparencia es un acto obligado para todo sector económico que pretende tener una actividad en un determinado país, con objeto de que se facilite la toma de decisiones para el logro del interés general.

Todo debate acerca de un tema debe ser bienvenido en una sociedad democrática. Parte de una democracia es la responsabilidad de actuar con transparencia, tanto desde el ámbito público como privado. Desde el sector, se anima a los interesados a leer nuestros informes y dialogar con nosotros, estén de acuerdo o no.

La intención que surge por parte del sector del juego con esta emisión de información apunta a que exista la posibilidad por parte del receptor de tomar decisiones adecuadas y plenamente conscientes. Es imprescindible que no exista desconfianza por ninguna parte.

Con esta transparencia se aportan estabilidad, seguridad ciudadana y flexibilidad en tanto en cuanto se promueve un consumo responsable dejando, por supuesto, arbitrariedad a los consumidores al ser una decisión que atañe a su consciencia por ser una actividad libre, espontánea y no impuesta. Johan Huizinga describe el juego como un escape, no es vida corriente sino una esfera temporal de actividades que poseen tendencia propia.

No hay nada que esconder

Todo ciudadano, regulador y medio de comunicación tiene las puertas abiertas para conocernos mejor, así como nuestra mejor disposición para escuchar. Las cosas funcionan cuando cada uno desde su área de especialización emite opiniones fundadas en hechos. Cuestión distinta es la simpatía o no por determinada actividad. Todos somos libres para emitir juicios u opiniones, pero éstas no se deben imponer a otros. Y si se tiene una visión acerca de cómo debe tratarse una actividad, debe fundamentarse en hechos y con un diálogo honesto, sin falsedades, con los afectados.

Los informes elaborados permiten conocer la realidad de nuestra actividad. Nuestra credibilidad se fundamenta en el origen de los datos. Gran parte de ellos provienen de informes de instituciones públicas, otros muchos de encuestadoras profesionales que saben cuantificar las opiniones de la sociedad, y en cuanto a los económicos, son los datos que la Administración conoce y se les proporcionan con objeto de contribuir al crecimiento económico y la recaudación del país.

Una referencia para reguladores, medios de comunicación y ciudadanos

El Anuario del Juego en España y el estudio Juego y Sociedad son accesibles para todo el mundo. Asimismo, también se encuentran las referencias y datos externos que se utilizan con objeto de dotar de la mayor información posible al interesado.

Ante un debate público en torno a nuestra actividad que ha visto incrementada su tensión en los últimos años, es más necesario que nunca adquirir la capacidad de huir del ruido y estudiar a fondo la situación. Cuando la emoción entra en exceso, la transparencia queda debilitada y desincentivada. Exigir mayor transparencia también implica elaborar un análisis sosegado. Nosotros lo facilitamos y animamos a acudir a otras informaciones distintas. Después se debaten y contrastan hechos y opiniones.

Una apertura al diálogo

La transparencia desde el sector no se limita a la publicación de informes. Es responsabilidad nuestra ser proactivos, trabajar para garantizar el juego responsable y seguro, buscando cada día como lograrlo con mayor eficacia. Parte de la transparencia también es escuchar a los que opinan. Si existen opiniones de toda índole, se debe escuchar a todos.

Con el Anuario y el informe Juego y Sociedad, proporcionamos información. Pero confiamos en que esa información sea relevante para todos los que tienen interés en nuestra actividad. Queremos que lo lean, duden, elogien o critiquen, con libertad. Solo de esta manera se logrará la mejor manera de compatibilizar una actividad económica garante de empleos, una actividad muy común en nuestra sociedad, con la protección de aquellos que sufren de juego problemático y patológico, de los que nunca hemos dudado de sus necesidades, sino todo lo contrario. Hemos trabajado y diseñado las herramientas más eficaces posibles.

Si se necesita más información, desde el sector encontrará apertura al diálogo.

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